«Prendada estoy del aguacate.
No dejo de pensar
en su acuosa existencia verde,
la luz vegetal balanceada
en su cuerpo de fruta,
convidándome la dentellada»
Eyra Harbar
Almuñécar (Granada)
Llega esta receta desde Almuñécar, así que la he bautizado con el nombre de la población famosa por sus playas y por sus plantaciones de Aguacates y Chirimoyas.
Me ha sorprendido el sabor tan elegante que ha resultado la combinación de la miel con el aguacate. La miel elegida ha sido la de romero, aunque la de azahar no le va nada mal, de todas maneras, esto no es más que un mero deleite culinario y con una miel de flores va también de lujo. Las uvas pasas, piñones y el queso fresco han ayudado a equilibrar una combinación de sabores entre dulces y salados.
INGREDIENTES
Un aguacate de buen tamaño.
100 gramos de Queso fresco
50 gramos de uvas pasas
50 gramos de piñones
Un chorreón de miel de romero
Polvo de naranja.
En este caso hemos cortado el aguacate en forma de abanico, también se puede cortar por la mitad, sacar el hueso y rellenar el hueco central con las uvas Pasas, el queso fresco y los piñones.
Las uvas pasas se suelen macerar unas horas antes en vino moscatel.
Sobre el aguacate disponemos del queso fresco en pequeños dados, seguidamente repartimos por encima las uvas pasas y los piñones.
Luego con una cuchara de café añadimos, dejándola caer la miel.
Y por último regamos con el polvo de naranjas y pasamos a presentar el plato.
Polvo de Naranjas
Necesitamos pieles de Naranja quitando la parte blanca. Ésta parte no la necesitaremos porque es la parte más amarga de la piel.
Pondremos nuestras pieles en una bandeja de horno y las hornearemos a temperatura suave (70-80 grados) hasta que se quedan completamente secas.
Sacaremos nuestras pieles del horno y dejaremos templar antes de triturarlas. Para ello, habremos de añadirle un poco de azúcar.
Una vez bien triturado, lo pasaremos por un colador para quitar cualquier impureza y lo guardaremos en un bote de cristal bien tapado.
Suelo rociar con un poco de zumo limón el aguacate para evitar su oxidación y que mantenga ese verde intenso, tan hermoso.
El hueso central se suele sacar con un pequeño cuchillo, girando sobre el mismo hueso una vez introducida la hoja en su parte más alejada de la punta de un golpe suave. Es decir, le damos un corte con el cuchillo al hueso y giramos sosteniendo con nuestras manos el medio aguacate.
Para pelarlo lo hago desde siempre con una cuchara, introduciéndola entre la carne y la piel.
Un secreto para que maduren rápido es envolverlos en papel de periódicos.
Este fruto procede originalmente de México y existe documentación arqueología de que al menos se consume desde hace 12000 años, fue introducido en España a finales del siglo XIX y es un fruto con propiedades muy beneficiosas para la salud, ya que contienen los ácidos grasos esenciales y proteínas de alta calidad que se digieren fácilmente sin contribuir negativamente en el colesterol. También ayuda a tener una piel suave combatiendo el envejecimiento de la misma.
Hay que saber cocinarlo, pues de por sí, sin aderezo alguno, nos puede resultar algo soso.
Alcanza su máximo esplendor en ensaladas y al ser combinado con diferentes salsas; como la rosa o tártara.
Lamentablemente mi esposa tiene prohibida la miel, pero lo de la piel de naranja, me has hecho un descubrimiento glorioso. Gracias.
ResponderEliminarAmigo Marcos... déjame pensar.
ResponderEliminarSupongo que será por diabétes, si es así. Inténta el plato con el sirope de ágave, que es como una miel pero con un índice glucémico muy bajo. Pero antes consúltalo con el doctor claro. Me alegra que descubra usted el polvo de naranja. Nosotros lo utilizamos para bizcochos y magdalenas.
Saludos y a cuidarse.
Ricardo.
Gracias por participar en el concurso gastronomico de recetas de #Almuñecar. Mucha suerte!!
ResponderEliminarMe encanta dicha receta y no te digo nada el aguacate.
ResponderEliminarQué pintaza...
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