sábado, 8 de junio de 2013

Patatas en Adobillo



«A hortelano tonto Patata gorda»

Refrán Popular


De Málaga



Hoy nos vamos para Málaga, aunque este plato también se tome en pueblos de la provincia de Jaén como Andújar, Marmolejo y seguro que también se elabora en otras poblaciones de nuestra Andalucía.

Patatas que acompañadas de chorizo y huevos fritos alcanzan el culmen gastronómico. Plato de otra época y en donde la imaginación era más sencilla que ahora, más simple y por lo tanto mucho más cercana a nuestro entorno.

Fantasía elaborada con los escasos productos que disponíamos (en comparación con los tiempos que corren), por eso tiene tanto valor el proceso creativo, por eso cuando se cocina con menos cantidad de ingredientes nos acercamos más a lo verdaderamente sensorial.

Y no digo que no se incorporen ni degusten alimentos novedosos, nada de eso; cada cosa a su tiempo.

Nuestras raíces, los frutos o viandas que han nutrido las generaciones que nos precedieron; hoy en día tan olvidadas y muchas veces repudiadas.

Nos gusta descubrir un nuevo plato que me emocione y diga: ¡Vaya sorpresa!

¡Un adobo y unas patatas; tan sencillo y recóndito a la vez...!

Saludos, Ricardo a 8 de junio de 2013


INGREDIENTES

Cuatro patatas medianas

Dos dientes de ajo

Orégano

Pimentón dulce

Comino en grano

Pimienta negra molida

Vinagre de vino

Aceite de oliva virgen extra

Una miga de pan

Agua

Sal



ELABORACIÓN 

Cortamos primero las patatas a rodajas, como si fuesen a lo pobre; es decir, ni muy finas ni muy gruesas.

Las freímos en aceite de oliva, a fuego medio; pochadas absorben mejor el sabor.

Aparte se fríen los dientes de ajo con poco aceite.

Se majan en el mortero, acompañados de un par de granos de pimienta negra, los granos de comino y un poco de sal gorda.

Ahora le incorporamos la miga de pan remojada en agua, elaborando una pasta suave.

Seguidamente quemamos en el aceite resultante de freír los ajos, un poco de pimentón y le incorporamos a la pasta.

Las patatas las colocamos con cuidado en cacerola o sartén y ligamos la mezcla del majao con cuidadito, salpicándola con orégano.

Seguramente tendremos que echarle un poco de agua para aclararla un poco, las cocemos unos cinco minutos y apartamos.

Dando el punto final con un chorreón de vinagre y su punto de sal.


OBSERVACIONES

Lo primero es tener cuidado con el aceite y no pasarnos. Creo que es el secreto del plato, que no nos queden impregnadas las patatas en exceso de grasa.

Luego cuidado que las patatas no se rompan; yo aconsejaría no introducir ninguna espumadera mientras se cuecen en la salsa, sino agitar la sartén o cacerola.

Por último, el vinagre; agregarlo cuando se hayan retirado del fuego las patatas, es decir en frío.

Les va bien el ir acompañadas de chorizo, huevo frito, espárragos trigueros y almendras molidas.


¿Te acuerdas de aquella copla
que escuchábamos aquel día
sin saber quién la cantaba
ni de que rincón salía?

Gloria de la Soleá
Rafael de León

2 comentarios:

  1. Unas papas estupendas Ricardo, fáciles, deliciosas y una presentación buenísima.

    Así que con tu permiso me llevo el plato....

    Besos y buena tarde!!!!!!

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