Madre, cuando yo me muera,
que se enteren los señores.
Pon telegramas azules
que vayan del Sur al Norte.
Siete gritos, siete sangres,
siete adormideras dobles
quebraron opacas lunas
en los oscuros salones.
Federico García Lorca
Fuente Vaqueros
(Granada)
Estuve solo una vez en Fuente Vaqueros, era yo joven y recorría, mochila al hombro, la Vega de Granada. Como anécdota recuerdo algo muy gracioso que me sucedió en ese viaje.
Saliendo Pinos Puentes hay una gasolinera, me dirigí a ella con la esperanza de que alguien me acercara a otro pueblecito, donde en ese instante no había autobús. En la gasolinera había una pequeña tasca, hacía un calor horrible, deberían ser las dos de la tarde de un mes de julio. Por lo que pedí una cerveza fresquita y el tabernero me obsequió generosamente con una tapa de sardina en arenque...
No se me olvidará nunca la cara del tabernero al percibir mi rostro de incredulidad ¿Sardinas en arenque en el mes de julio?
Me había confundido con otro tipo de persona, eso me dijo y se quedó tan pancho el hombre. Ya luego, me proporcionó pasaje hacia mi destino. Ya en Fuente Vaqueros me dirigí a la casa natal de Federico García Lorca, me emocionó un viejo piano y la foto de Federico tocando en él, el patio y su pozo blanco, glorias de nuestra tierra.
INGREDIENTES
Trozos pequeños de calabaza fresca
Una cebolla de buen tamaño
Tres o cuatro patatas
Vinagre de Jerez
Agua de la Vega
Leche
Orégano
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Pimienta blanca
ELABORACIÓN
Se pela la calabaza y se trocea en pequeñas porciones
Se pelan las patatas y se cortan como si fuesen para tortilla.
Se pican la cebolla, una vez pelada.
En la cacerola o cazuela de barro se calienta el aceite.
Se sofríe la cebolla, junto a las patatas y los trozos de calabaza a fuego suave.
Una vez sofritas las verduras las cubrimos de agua y dejamos que se enternezca las calabazas y las patatas.
Se trituran las verduras con la túrmix y se cuela todo pasándolo por un colador.
Nos debe quedar una crema suave. Se le añade un poco de leche y se vuelve a colocar. Volvemos a depositarla en la cazuela y le damos un ligero hervor, añadimos un chorreón de vinagre, ligamos con la leche sin parar de batir.
Se espolvorea con orégano fresco.
Punto de Sal y Pimienta blanca.
OBSERVACIONES
Muchas observaciones se me ocurren a este plato.
En primer lugar, no utilicé agua tal como es el plato originario.
Reemplazándola por caldo de pollo.
Suprimí el vinagre.
También se puede utilizar mantequilla o aceite de girasol en vez del aceite de oliva.
Es decir, hacemos referencia a la clásica base para hacer cualquier crema; fondo de patatas y cebolla o puerros. Esta vez le añadimos calabaza, blanqueándola con leche bañada en agua de la vega.
Para rematar el plato, un poco de nata le otorga una textura espectacular.
El azafrán le aporta contrastes.
El orégano fresco combina a la perfección, y como condimentos algo de laurel, pimienta blanca o de jengibre tampoco le iría nada mal.
He decorado con daditos de calabaza cocidos, orégano y una ramita de tomillo.
Saludos y Buen Provecho
Anoto cambiar la leche por otra opción: hay que probarlo sí o sí...
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