lunes, 15 de abril de 2013

Hojuelas de Naranjo de Olula del Río



«Frontera de lo puro, flor y fría.
Tu blancor de seis filos, complemento,
en el principal mundo, de tu aliento,
en un mundo resume un mediodía».


Fragmento del Poema "Azahar"
Miguel Hernández

Olula del Río (Almería)



Me sorprendió esta receta en cuanto llegó a mis manos. Luego, enamorado del Valle de Almanzora, he estado leyendo sus historias y leyendas. Su nombre proviene del árabe al-Mansura y significa «la Victoriosa, o el lugar de la victoria». La receta es muy sencilla de realizar y capaz de sorprender a nuestros comensales. El agua de azahar se puede encontrar fácilmente en grandes almacenes y en la zona de repostería.

Vistas que no pueden faltar en un viaje al pueblo de Olula del Río:

El museo casa Ibáñez, el centro de la fotografía Pérez Siquier, la escultura mujer de Almanzora de Antonio López, la ermita del Cristo de la Buena Muerte, la vía verde de Olula del Río, la iglesia de San Sebastián, la de Asunción, etc.

Olula del Río, es un municipio de la Comarca del Almanzora, tiene una superficie de 23 km², a una altitud de 482 metros sobre el nivel del mar. Perteneciente a la provincia de Almería, a la Comunidad Autónoma de Andalucía. Está a 83 km de la capital de provincia Almería.


La Escultura Mujer de Almanzora, es un monumento realizado por Antonio López (Premio Príncipe de Asturias de las Artes). Escultura de 8 metros de altura, esculpida en mármol de Macael y en reconocimiento a las mujeres del Almanzora.


INGREDIENTES

Un vaso de leche

Una copa de aguardiente seco

Una copa de agua de azahar

Un huevo

Harina

(unos 150 gramos, aproximadamente)

Una cucharada de azúcar.

Canela molida

Hojas de naranjo limpias.

Aceite de oliva para freír

La ralladura de una naranja

Unos granos de sal.



ELABORACIÓN

Mezclamos los huevos batidos con la leche, la ralladura de naranja, el agua de azahar, la sal y la harina.

Batimos bien para que no queden grumos.

Debemos conseguir una pasta semejante a unas natillas. Pasamos las hojas de naranjo y las cubrimos bien con esta masa.

Ponemos el aceite en una sartén honda y lo calentamos para fritura, (180º grados).

Las freímos y las pasamos por azúcar y canela.

Cuando se enfríen, las pasamos por la mezcla de azúcar y canela molida.

La hoja de naranjo no se come.


OBSERVACIONES

Las hojuelas de naranjo son tradicionales de la comarca de Almanzora, en la provincia de Almería. Es muy curioso e interesante cómo utilizan la hoja del naranjo como soporte de la masa frita y para aromatizar dicha masa.

Lavamos bien las hojas de naranjo y nos aseguramos que son sanas y tiernas.

Las variantes son vino moscatel, vainilla en polvo, almendras ralladas, coco rallado...

Aceite muy caliente y limpio.





4 comentarios:

  1. Hola Ricardo! Perdona que esté tan desaparecida, pero es que llevo una racha que no me enderezo...y voy robando minutillos al día, pero ni por esas...
    Esta receta además de una preciosidad tiene que ser todo sabor! Esa copa de agua de azahar y de ron tienen que resultar aroma y una masa de maravilla! Además te quedó como siempre una presentación 10. Te felicito por el resultado y por la entrada.
    Quería decirte que si hay gente que no viva en zonas grandes con centros comerciales, el agua de azahar pueden encontrarla en farmacias (Por si es de utilidad)
    Un cordial saludo.
    Cocinandovoyrecetandovengo.

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  2. Me encantó tu blog, ¡¡ menudo descubrimiento!!

    Entraré y me deleitaré con tus recetas e historias, como buena andaluza.

    Y, por cierto, esta receta la llevé a mi blog, poniendo toda la referencia. Espero que no te haya importado. Puedes entrar y verla, si por algo no quieres, me lo dices....besazooo

    http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2013/07/hojuelas-de-hoja-de-naranjo-cocina.html

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  3. Hola Inma, Bienvenida a mi casa.

    Disfruta de mi hogar de mi historias y porque no también de mis desvarios. Ahora le echaré un vistazo a tu blog.

    Besos, Ricardo.

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  4. Tuve hace ya años la suerte de visitar Olula del Río, donde vivía un compañero de universidad, y pasar allí algunos días. Merece la pena conocer el pueblo, su historia, sus tradiciones y su gastronomía. Las hojuelas no las probé, ni sabía que existieran. Gracias por la receta.

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