«Almería, una tierra alejada e imposible, lunar y dramática, de una extraña y sofocante belleza, es una deliciosa fábrica de ilusiones, un escenario inigualable».
Ocholeguas, Diario de viajes.
La cocina almeriense, es imaginativa y muy variada.
Como platos caseros ancestrales y típicos de Almería, figuran las Migas, que a diferencia de otros lugares como La Mancha que son de pan, en Almería se cocinan con harina de sémola de trigo duro.
También, se acostumbra a comer con los denominados «tropezones» que pueden ser rábanos, arenques u otro tipo de pescado, morcilla, chorizo, pimiento frito y pequeños trozos de magra con tocino de cerdo frito. Es costumbre comer migas en los núcleos urbanos del litoral de clima cálido cuando hace frío debido a su aporte calórico.
Los Gurullos son un potaje de otoño-invierno, que se suele cocinar en época de caza, se guisa con perdices, liebres o conejos de monte. Es una pasta artesana hecha con harina de trigo duro, agua y sal. Una vez amasada ésta, se hacen tiras a modo de fideos gruesos, frotándolas entre las palmas de las manos, luego se van dando giros con destreza para sacar trocitos como granos de trigo. Posteriormente se ponen a secar en el terrado o azotea sobre un mantel para poderlos guisar.
El Pimentón, es un plato con personalidad de la cocina almeriense, plato humilde que proviene de épocas pobres y típico de barrio de pescadores. Es una comida ligera, aromática y sana de la dieta mediterránea, que es fácil de elaborar: se prepara un sofrito con cebolla picada, tomate, dientes de ajo y pimientos secos, previamente majados estos dos últimos ingredientes con sal y comino. Separadamente, en una cazuela con agua para hervir levemente, se pone una rama de perejil, pimientos verdes asados y pelados y un ramillete de pescado, añadiéndoles el sofrito anterior, y apartándolo pronto de la lumbre, ya que se dice «pimentón hervío es pimentón perdío». Este plato tan típico de Almería, se puede tomar como sopa o con patatas troceadas.
Estatua de Jayran al-Amiri aka Al-Jairan,
el primer rey (1014-1028) del Reino fuera de la Alcazaba de Almería
El cocido más original y emblemático de Almería es El Trigo. Es un plato de larga elaboración que hay que empezar a preparar un día antes poniendo los garbanzos en remojo y aventando el trigo. Esta operación se hace en la calle o en el patio, soplando los granos de trigo, que se levantan con las manos para aventar la cascarilla. Una vez limpio, se hierve durante media hora, transcurrido este tiempo, se aparta del fuego la olla, se tapa y se ponen trapos encima para que siga hinchándose del trigo.
Este cocido tan típico, se elabora con un trozo de espinazo, hueso y rabo de cerdo, tocino fresco, un manojo de hinojos y morcilla. Existe una variante de utilizar habichuelas en lugar de garbanzos.
En la cocina almeriense, siempre está presente el pescado y marisco. Los doscientos kilómetros de costa mediterránea cálida, producen una amplia gama de pescado y marisco: desde el mero, boga, jurel o salmonetes, pasando por las almejas, mejillones, gambas, calamares o jibia.
Estas delicias agrupadas se pueden convertir en una apetecible «fritura de pescado» que se puede degustar en distintos restaurantes de Almería.
Los dulces tradicionales, se suelen hacer todavía en bastantes casas y nos los podremos encontrar en restaurantes donde se sirva menú casero en época de consumo, en Semana Santa: «Borrachillos», «Papaviejos» o «Buñuelos rellenos» y en Navidad tenemos los turrones, mantecados o alfajores.
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