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martes, 20 de junio de 2017

La Leyenda de la Manteca Colorá y otras curiosidades



Se conocía con el nombre de "sustanciero", al individuo que provisto de un hueso de jamón o vaca, atado a un cordel, iba casa por casa, introduciéndolo en las ollas durante unos minutos «para darle sabor» a las comidas, a precio según convenido (a peseta el cuarto de hora en los años 60). Actualmente esta forma de ganarse la vida es parte de nuestra memoria histórica.

Se cuenta que, a grito pelado, pregonaba:

«¡Sustancia! 
¿Quién quiere sustancia para el puchero? 
Traigo un hueso riquísimo.

A lo que alguna vecina respondía:

«Deme usted una perra gorda de sustancia, 
pero a ver si me la sirve usted a conciencia...»



INGREDIENTES

Dos kilos de pella o manteca ibérica

Agua

Media cabeza de ajos

Tres hojas de laurel

Sal

Pimentón dulce de calidad 
( 3 cucharadas aprox.)

Vinagre 
(Opcional)

Pimienta Negra 
(Opcional)

Orégano 
(Opcional)

 

ELABORACIÓN

Lo primero que tenemos que hacer es cortar la pella en trozos pequeños.

Luego majamos el ajo, o bien aplastamos con la palma de la mano, añadimos la pimienta negra (opcional), sal y la hoja de laurel a la pella, removemos con la mano.

Luego se pasa a una olla o recipiente adecuado y a fuego suave la pella troceada. Le vamos dando vueltas hasta que se vaya derritiendo, añadiendo el agua (dos vasos).

Dejamos hervir a fuego suave pero alegre, que burbujeé bastante.

Despumamos de vez en cuando.

Se debe de disponer de tiempo ya que tarda bastante en derretirse, controlando de que no se queme (de hora y media a dos horas).

Dos vasos de agua y le añadimos cada vez que lo consideremos necesario.

Dejamos que se consuma el agua, con cuidado de que no se nos queme la grasa o manteca, dejar que pasen las burbujas y que desparezca la espuma.

Seguimos moviendo.

Cuando consideremos que solo queda manteca derretida o grasa;

Le añadimos un chorreón de vinagre para disimular el sabor de la grasa 

Unas cucharadas de pimentón para darle el coloraó.

Mezclamos bien y colamos por un cedazo fino.

Ojo que en el fondo de la cazuela puede quedar algo de costra pegada.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Luego cubrimos el recipiente he introducimos en la nevera que termine de cuajar.


Para hacer la Zurrapa

El resto que ha quedado en el colador, lo vertemos sobre la manteca colorá; dientes de ajos, trozos de pella, laurel, (también se puede triturar los restos de carne o chicharrones).

La zurrapa de lomo, no es ni más ni menos que los trocitos  o resto que queda en el fondo de la olla después de hacer la manteca con la debida carne.

Para hacerla se añade la carne que hayamos elegidos junto con la pella troceada.


Dicha carne se puede haber dejado en maceración unas horas antes y troceada a tacos o daditos.


Añade la carne junto con los ingredientes de la maceración y su jugo a la pella.

Cuece a fuego lento hasta que notes que se empieza a querer agarrar al fondo de la sarten. El tiempo te va a variar en función del tamaño de los tacos de carne y la cantidad de fuego que pongas, por eso deberás de estar vigilante.

Una hora y media no la quita nadie.

Se cuela y filtra la pella, por un lado la carne y por otra la manteca derretida.
Limpiamos la carne quemada y restos de cascara de ajos, laurel, etc..

Mezclamos la grasa derretida con la zurrapa una vez limpia.


OBSERVACIONES

Pella Ibérica

Manteca del cerdo. (RAE)

Diversas posibilidades y variantes para una buena Zurrapa

Hígado de cerdo, lomo de cerdo, costillas de cerdo, panceta de cerdo, chorizo ibérico, papada.

La acidez del vinagre hace que la grasa no penetre en el paladar, aunque hay quien le añade vino blanco.


Orégano y Romero son las hierbas recomendadas a gusto del consumidor.


Pimientos choricero o ñoras como opción.


sábado, 14 de junio de 2014

Sangre Encebollada



«Y su sangre ya viene cantando:
cantando por marismas y praderas,
resbalando por cuernos ateridos,
vacilando sin alma por la niebla...»

Fragmento del Poema La Sangre Derramada
de Federico García Lorca

De Sevilla




INGREDIENTES

Medio kilo de Sangre de pollo 

Medio kilo de cebollas 

Cinco dientes de ajos 

Una hoja de laurel 

Pimienta negra, molida 

Aceite de oliva virgen extra

Un vaso de vino blanco. 

Un poco de agua 

Perejil

Sal

ELABORACIÓN

Se corta la Sangre a dados.

Pelamos y cortamos la cebolla en juliana y los ajos en lascas.

Ponemos el aceite (abundante) a calentar en la sartén.

Doramos los ajos y la cebolla seguidamente e incorporamos una hoja de laurel.

Cuando la cebolla este sofrita y transparente añadimos la sangre, con cuidado removemos con la espátula o la cuchara de madera.

Sal y pimienta negra.

Añadimos el vaso de vino blanco y un poco de agua, dejando cocer unos quince minutos.

Debe de quedar bastante jugosa y ligada con la cebolla.


OBSERVACIONES

Una variante es añadirle al sofrito de cebolla y ajos, tomate natural picado o simplemente salsa de tomate casera.

Le va bien las aceitunas verdes, el orégano y el perejil.

Unos pimientos verdes fritos, le van que ni que decir...

Un chorreón de brandy le potencia el sabor.

Para saber si la sangre está en su punto, el interior de la misma debe de quedar cocido y presentar un color oscuro.

Es recomendable para la Anemia Ferropénica en mujeres de edad fértil.



domingo, 2 de febrero de 2014

Ropa Vieja de Puchero



«Estomago hambriento no tiene oídos»

Refrán Popular

De Cádiz, Huelva y Sevilla


Se solía servir en antiguas ventas de carretera, en los tiempos que nos desplazábamos en carretas y a caballo, junto a huevos cocidos y un vaso de vino blanco.

Siendo las croquetas, la otra opción para aprovechar las sobras del puchero blanco.


INGREDIENTES

Los garbanzos, verduras y la carne sobrante del puchero

Unas patatas para freír

Una cebolla grande

Tres dientes de ajo

Vino blanco

Pimentón dulce molido

Laurel

Pimienta negra molida
(Opcional)

Aceite de oliva virgen extra

Punto de Sal


ELABORACIÓN

Lo primero que tenemos que tener son las sobras de Puchero blanco, es decir; la carne de pollo, cerdo, ternera, costillas, tocino y por supuesto los garbanzos...

Al estar cocinado, picamos la carne y apartamos.

En una sartén, sofreímos los ajos picados, la cebolla picada; cuando esté en su punto el sofrito añadimos los garbanzos y la carne del puchero. Lo sofreímos todo junto mientras removemos.

Añadimos medio vaso de vino blanco, hoja de laurel y si consideramos que es de nuestro gusto; una cucharadita de pimentón dulce.

Punto de sal y pimienta negra.

Pelamos y cortamos las patatas y las freímos.

Añadimos las patatas fritas como acompañamiento.


OBSERVACIONES

Su uso tiene origen en la Gastronomía Sefardí.

En la Bahía de Cádiz, Sevilla y parte de la provincia de Huelva, este plato suele ser un derivado como aprovechamiento de otro principal; el puchero.

Existe la opción siguiente; la carne del puchero se deshebra y se sofríen con las papas cocidas, los garbanzos del mismo puchero junto con pasas y clavos de olor.

Hay quien le añade tomate frito, hierbabuena, jamón a taquitos, chorizo o huevos cocidos.

¡Ojo, que en ciertas partes de España cambia literalmente la receta!



viernes, 26 de octubre de 2012

Higaditos de Pollo al Jerez


«Pan con pan comida de tontos»


Refrán Popular
De Jerez  (Cádiz) 
INGREDIENTES

Medio kilo de Higaditos de pollo

Una cebolla

Tres dientes de ajos

Aceite de oliva virgen extra

Un vaso de vino de Jerez

Una rebanada de pan

Perejil

Pimienta negra molida

Una hoja de Laurel

Sal


ELABORACIÓN

Antes que nada, se limpian los higaditos de telillas y grasa.

Una vez lavados y escurridos, pasamos a trocearlos.

Se calienta el aceite de oliva y se sofríen los ajos y seguidamente el pan.

Se apartan los ajos y el pan para majarlos.

En ese mismo aceite, aunque es preferible colarlo por si ha quedado restos de pan, se aprovecha para sofreír la cebolla a fuego muy lento.

La cebolla picadita preferiblemente en juliana o brunoise; siempre con corte pequeño.

Se incorporan los higaditos a la cebolla y se marean con una cuchara de madera o espátula.

A parte, majamos la rebanada de pan, los ajos, la sal y el perejil.

Le incorporamos el majao y el vino de Jerez.

Dejamos cocer hasta que estén tiernos los hígados, al menos quince minutos.

Probamos y damos el punto de sal y pimienta.

Presentamos con perejil picado por encima

Debe de quedar espeso el plato y con bastante salsa, que nos permita mojar pan.


OBSERVACIONES

Poco que añadir, si seguimos la elaboración indicada debe de quedarnos un plato bastante sabroso.

Si deseamos que los hígados queden dorados, debemos freírlos aparte, antes de pocharlos junto a la cebolla.

El acompañante ideal y tradicional es el arroz blanco que al mezclarse con la salsa adquiere un sabor bastante enriquecido.

Aseguraos que utilizamos un buen vino y eso sí ser concienzudos con la limpieza de los hígados.

Hay quien le añade unos clavos de olor al guiso.

Otra posibilidad es la de freír los dientes de ajos enteros, sacarlos junto el aceite y majarlo con el perejil fresco y unos granos de sal.

También hay quien le añade un poco de harina para espesar la salsa, que se le agrega al plato cuando esté pochada la cebolla, aunque no lo recomiendo.

Una cucharadita de pimentón, otra posibilidad.

También podéis acompañarlos con pan tostado para mojar en la salsa.

Del Vino; desde el Brandy hasta el Pedro Ximénex le va perfecto cualquier blanco del Condado, el Fino o la Manzanilla.

Id probando y me contáis.