"Ojos de Mantequilla, boquita de Requesón,
envuelto en una Tortilla te mando mi corazón"
Piropo Andaluz
De Carmona
(Sevilla)
Corrían
los años de 1624 cuando se alojara
el rey Felipe IV en Carmona; concretamente en la Casa de las Cadenas,
perteneciente al regidor Alonso Bernal de Escamilla.
Siendo causa de que se
engalanase la ciudad y se celebrase suntuosamente el acontecimiento; cuyos
ornamentos aún en su puerta nos recuerdan y dan testimonio del hecho.
Encontrábase el Rey delicado del
estómago, cuando una afanosa cocinera sirviente de la casa le preparó; “Unos huevos cuajados limpios de torreznos y
de todo aditamientos”
Utilizando el aceite de oliva para su
fritura y no la manteca de cerdo como era habitual hacerlo por aquellas fechas.
Entusiasmada su esposa; Doña Isabel de Borbón, Reina
de España y originaria de Francia que se habituó a partir de entonces en digerir tan singular
y liviana cena.
De ahí según cuenta esta vieja leyenda
proviene el nombre de “A la francesa”
Es decir vocablo utilizado por los cocineros para designar tal ilustre plato,
haciendo alusión en su nombre al país de origen de la
Reina de España.
Dicha receta pudiera ser una variante de
la "Tortilla
a la Cartujana"
originaria del Monasterio de los Cartujos de las
Cuevas de Sevilla. Según advierte el cocinero del rey Don Francisco
Martines Montiño en su tratado de 1611 llamado; Arte de
Cozina, Pasteleria, Vizcocheria y Conserveria
“Los huevos, según vayan cuajándose, han de
recogerse en el medio de la sartén. Los dobleces del huevo se colocaban de forma
triangular, como si fuese una capucha de monje, dejándola dorada por fuera y
jugosa por dentro”
Felicidades por tu blog, me ha encantado esta entrada... es bueno aprender cosas todos los días. Un saludo.
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