«Y tu media naranja?
— No tengo... soy un Apio»
De Granada
Llevo unos días de bastante trabajo en la cocina, así que he tenido un poco abandonado el blog.
Le ha tocado a esta receta que nos llegó desde Granada, tardamos en decidir la salsa ideal como acompañamiento. Pues había varias aportaciones entre mis compañeras; desde la mayonesa, el alioli, un de tomate... y la mía que se decantaba por una salsa de queso.
Al final simplemente lo bañamos tal como se ve en la foto con un ligero toque de jugo de carne. Sin duda continuaremos trabajando en este plato, pues lo crujiente de la verdura nos dio que pensar en que podría ser un aperitivo perfecto junto a las berenjenas a la miel de la semana pasada, si depuramos un poco la presentación y un acompañamiento que le potencie.
Muy económico y sencillo el plato.
INGREDIENTES
Dos matas de apio
Agua para cocer
Sal
Jugo de Carne (Bouvril)
(Opcional)
Aceite de Oliva Virgen Extra
Para el rebozado
Un vaso pequeño de cerveza
Dos claras de huevo
125 gr. de harina de trigo o de garbanzo.
Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
ELABORACIÓN
Se limpia el apio de las hojas y se corta a cuatro dedos de la raíz. Cada tallo de apio se divide en dos. Antes tendremos que quitar las hebras del mismo, con un cuchillo pequeño.
Ponemos agua a hervir junto con la sal y durante cinco minutos cocemos los bastoncitos de apio.
Lo sacamos y rápidamente lo enfriamos con agua muy, pero que muy fría. Comprobaremos que adquiere un color verde esmeralda precioso.
Secamos en papel absorbente.
Sazonamos los trocitos de apio con sal, pimienta blanca y nuez moscada.
Bañamos en el rebozado los bastoncitos de apio, dejando libre la zona superior, es decir la zona por donde lo cogemos con los dedos.
Cuando esta frito y dorado se vuelve a escurrir sobre papel absorbente.
Se presenta en el plato o la bandeja.
Para el rebozado
La masa de freír es muy fácil; en un recipiente se mezcla la harina, con la cerveza y un par de cucharadas de aceite de oliva.
Se baten las claras a punto de nieve y se mezcla junto a la masa.
Se deja reposar dos horas aproximadamente.
Hay quienes utilizan mitad de harina de trigo y la otra mitad de garbanzos.
Se puede añadir un poco de colorante o azafrán a la masa.
OBSERVACIONES
El apio, solemos comerlo en ensalada o en caldo, como aromatizante junto a los puerros y nabos. Ahora presentamos esta variedad en fritura, junto a las berenjenas con miel puede ser un aperitivo sabroso, original y muy económico. Yo personalmente lo suelo tomar crudo, cortado en largos bastoncitos.
Algunas curiosidades medicinales
El apio ha sido muy conocido por egipcios, griegos y romanos. Fueron estos últimos quienes lo cultivaron cerca del río Po, tanto como planta comestible, como medicinal. Se le atribuían propiedades analgésicas y sedantes. También lo usaron para combatir el dolor de muelas.
Es una de las verduras que más propiedades medicinales posee. Se puede ingerir crudo, cocido o su jugo. Además de su crujiente textura y sabor, se considera una verdura “equilibrante”.
Si se combina con otros vegetales como la zanahoria y el tomate, el jugo de apio ayuda a calmar los nervios. La ensalada de apio con un poco de sal puede usarse eficazmente para combatir el exceso de acidez del tubo digestivo y aliviar la colitis. La ensalada de apio y aguacate se recomienda en caso de enfermedades del estómago e intestino.
Ayuda al cuerpo a deshacerse de impurezas a través de su función diurética (por su contenido en un aceite volátil, el apiol).
Se caracteriza por ser carminativo, sedante, aperitivo, digestivo (que no implica digestibilidad fácil por su alto contenido en fibra), emenagogo, depurativo, regenerador sanguíneo y ligeramente laxante.
Ayuda a la formación del esmalte dentario. Disminuye las enfermedades hepáticas, combate las infecciones, ayuda a la eliminación de cálculos renales, mejora la memoria y en uso externo suele comportarse como un cicatrizante. Hay personas que creen que ingerir esta planta ayuda a aumentar la libido.
En jugo es eficaz para eliminar el exceso de ácido úrico, combatir el reumatismo, el sobrepeso, flatulencias, padecimientos nerviosos y menstruación escasa.
En cuanto al efecto diurético del apio, son las semillas las que provocan una mayor diuresis, siendo el cocimiento de éstas, útil en caso de hipertensión arterial, afección cardíaca congestiva, ansiedad e insomnio. Así mismo, la infusión de las semillas de apio resulta beneficiosa para combatir el síndrome premenstrual que produce incomodidades poco antes de la menstruación debido a la acumulación de líquido en los tejidos.
Varios estudios han puesto en evidencia que las semillas de apio reducen el contenido de glucosa en la sangre, lo que puede ser útil como auxiliar en el tratamiento de la diabetes, por supuesto, siempre bajo supervisión médica.
Que fácil y que rico!!!! Lo que a mi más me gusta!! Felicidades por el blog!!! Por aquí me quedo!!!
ResponderEliminarBuena pinta tiene
ResponderEliminarNo he probado nunca el apio así, pero es sencillo así que es una buena opción!
ResponderEliminarAna de JUEGO DE SABORES
Pues yo me pierdo un poco en lo de la salsa de freir..., y no sé para qué era la cerveza...
ResponderEliminarLlevas razón, supongo que en las prisas de la cocina obvié la elaboración de la masa.
ResponderEliminarDe todas maneras existen variantes a la misma que ya iré poniendo.
Saludos y gracias.
Ricardo