Para nuestros padres que hicieron ese milagro posible.
Regreso a la niñez, de cuando acampábamos en verano y pasábamos las semanas viviendo a orilla del mar. Por aquellos años no había hoteles ni apartamentos y, sin embargo, la capacidad de improvisar junto a una necesidad imperiosa de disfrutar hacían que cualquier tipo de esfuerzo tuviese una desmedida recompensa. Dormíamos en tiendas de campaña. Junto a ella levantábamos la cocina y el sombrajo. Un poco más arriba y donde comenzaba la montaña el minúsculo baño.
Dormíamos oyendo el rumor constante de las olas y bajo la sensación de que una de ellas alcanzaría la tienda de campaña. Matalascañas, El Pico del Loro, Mazagón; paraísos y reductos de mi niñez. Donde en las tardes y cuando el sol se ponía, aprovechábamos, mi hermana y yo, para ir en busca de coquinas con un cubito de plástico azul en mano. Para luego, mi madre cocinarlas; o bien echándolas al arroz o mareándolas en ajo y vino del condado de Huelva.
Fotografías que quedan grabadas en la retina más íntima de uno y que ya, por más que uno quiera, no volverán.
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
Lo primero, limpiar de arena las coquinas, cubriéndolas en agua y con un poco de sal. Las mantenemos durante una hora aproximadamente y cambiando el agua de vez en cuando.En una sartén ponemos los ajos fileteados con aceite de oliva virgen extra.
Cuando los ajos comiencen a dorarse añadimos las coquinas escurridas.
Una pizca de sal y un buen chorreón de manzanilla.
Conforme se vayan abriendo las coquinas las sacamos, de esta forma impedimos que se sequen y así quedan jugosas.
Las que no se abran la desechamos.
Dejamos que el caldo reduzca un poco e incorporamos perejil picado.
El caldo resultante lo vertemos sobre las coquinas.
OBSERVACIONES
Receta de muy fácil elaboración.Sea cual sea la receta por la que nos decantemos la coquina no debe hervir más que lo necesario, ya que corremos el riesgo de que se seque en demasía.
Aunque existe otra manera de cocinarla, y es cociendo aparte las almejas una vez limpias de arena.
Reservamos el caldo de la cocción y colamos por si sueltan algún resto las almejas.
En vez de agua podría ser sustituida por el caldo de las almejas.
El resto de la receta viene a ser la misma.
Del vino, bastará que sean de nuestra total confianza.
Admite la receta; cebolla, tomate, laurel, jamón serrano, guindilla, huevo cocido y pimienta negra.
Con arroz
A la marinera
Con tomate
Con ajos tiernos y espárragos blancos
Arroz caldoso con coquinas y pollos
Merluza en salsa verde con coquinas
Rape con salsa de azafrán y coquinas
Sopa de coquinas y fideos
Caldereta de atún y coquinas
Coquinas al coñac
Coquinas picantes
(ajo y guindillas)
Coquinas a la andaluza
(Ajo, cebolla, pimientos verdes, tomates y vino blanco)
Beneficios de las coquinas
Genial. Ricas, ricas. Gracias, Ricardo.
ResponderEliminarTela de ricas y con arroz no veas.
EliminarBesos, Ricardo.
Como siempre me ha encantado la receta, pero esa fotografía en la playa de Matalascañas ... sin saberlo me has hecho un regalo, trayendo a mi recuerdo otros días en ese mismo lugar, donde en lugar de coquinas eran sardinas, pero tú sabes, así de ricas, como solo puede estar aquello que disfrutas junto a los tuyos. La receta me la apunto, que me encantan las coquinas además. Besos Ricardo :D
ResponderEliminar¡Qué hermosa fotografía! Te ha sucedido lo mismo que a mí; un viaje en el tiempo.
EliminarGracias, Ricardo.
Que entrada tan rica en colores.sabores y amores💜💟💚👌👌👌👌eres fantástico mi amigo!
ResponderEliminarAbrazasobuho ricoton.
Gracias Buhitas, dentro del tiempo que uno dispone, se hace lo que puede.
EliminarBesos, Ricardo.
Felicidades por el blog, me encanta.
ResponderEliminarEl tema de la cocina interesa mucho a los usuarios de mi blog (trata del tema de libertad financiera) y estoy haciendo una revisión de los distintos blogs de recetas de cocina para recomendarlos.
Bravo por el buen trabajo!!!
Luis
Gracias por tus palabras Luis, vamos trabajando poco a poco.
ResponderEliminarUn saludo, Ricardo